El Origen de las Enfermedades

"Creo que las perturbaciones de la digestión son las causas de todas las enfermedades." Louis Kuhne He aquí la gran cuestión. Desde que el hombre existe, a lo largo de su historia, esta pregunta ha venido siendo constante: ¿Porqué se producen las enfermedades? Pero la razón de ellas sigue siendo un misterio para la que nunca fueron capaces de resolver tan soterrado enigma. Podemos llegar a creer, incluso, que no existe la posibilidad de conocer tal respuesta; pero si la encontráramos, quizá se lograría erradicar al fin las enfermedades de la vida humana... Aunque, como se puede comprobar, esto no debe ser tan fácil... Sin embargo, nosotros pensamos, que el Naturismo hace ya tiempo que dio con la solución, y nos gustaría, desde aquí, compartirla con el mayor número de gente posible. El Naturismo, la Naturaleza, nos enseña que toda enfermedad tiene en su origen una causa mental, en tanto en cuanto que, la sucesión de pensamientos inapropiados e ignorantes de la esencia natural del hombre, da como resultado actuaciones erróneas y contraproducentes al plan que esa misma Naturaleza ha establecido para él. Esto es: la ignorancia nos procura hábitos antisaludables que nos llevan a contravenir las leyes naturales que invisiblemente nos rigen, siendo la enfermedad, por tanto, el precio que indefectiblemente pagamos, seamos conscientes de ello o no. Por eso pensamos que las enfermedades tienen una primera causa mental denominada: ignorancia del modo correcto de vivir, lo cual, como decíamos, nos conduce a los malos hábitos que se constituyen en la verdadera raíz del problema, ya que producen el desajuste térmico entre la periferia y el interior del organismo. Debido a ésta alteración térmica,se produce la intoxicación orgánica, también denominada Toxemia. A partir de la intoxicación orgánica, surgen casi todas las enfermedades, salvo las producidas por un abuso excesivo de un determinado órgano. Por tanto, a nuestro juicio, las enfermedades son tan sólo la manifestación externa de algo previo e interno: la intoxicación. Pero ésta, a su vez y sobre todo, es producto del desequilibrio térmico producido por los malos hábitos de vida adquiridos merced al desconocimiento de las leyes naturales. Éste es el verdadero ciclo de la Enfermedad. No sólo eso, es también el de la Salud, si nos decidimos a hacerlo girar en sentido inverso al que produce las enfermedades. Los hombres se han convertido en creadores de costumbres poco saludables, las han incorporado a su habitual modo de vida y, desde ese instante, la aparición de la enfermedad ha sido tan sólo cuestión de tiempo y resistencia orgánica en cada individuo, lo cual está siempre en función del maltrato propio y de la herencia que hayamos recibido. Por eso a nosotros no nos resulta extraño que los hijos terminen por pagar los abusos orgánicos de sus precedentes generaciones. Esta alienación del ser humano respecto de sí mismo, es debida a su falta de conocimiento acerca de cómo mantener su cuerpo con salud, pero también al desconocimiento de las razones que deben llevarle a uno a hacerlo así. El hombre, en general, no sabe nada acerca de su origen, ni tampoco de su desarrollo futuro, lo cual le conduce en demasiadas oportunidades a desperdiciar una vida que podría ser empleada en avanzar a todos los niveles. Con estas premisas, y no teniendo un fundamento filosófico que le guíe en la búsqueda de un mejor estado físico, emocional, mental y espiritual, abre las puertas a la enfermedad porque enfoca sus hábitos hacia la gratificación de sus sentidos. "No existe enfermo con buena digestión, ni sano con mala digestión." En estado de buena salud digestiva las heces son inodoras, consistentes, diarias, bronceadas, y no ensucian el papel. Tener deposiciones así, indica que se ha digerido correctamente. Por desgracia, no es lo habitual en la mayoría de las personas. Esta es una descripción general de la persona que sufre Desequilibrio Térmico, la cual padecen TODOS los enfermos crónicos sin excepción. Según la doctrina térmica de la salud, todas las enfermedades se instauran a partir de un cuadro semejante. Sin embargo, no necesariamente se presentan síntomas iguales para todos los enfermos, pues éstos verán afectados sus diversos órganos según la fortaleza, debilidad, o predisposición. El lugar en que se depositan las toxinas, parte anterior o posterior del cuerpo, puede variar según sea nuestra posición al dormir, nuestro trabajo, nuestras costumbres...etc, creándose unos recorridos orgánicos específicos en cada persona por los que se afectarán cuantos órganos se crucen en su camino. Empieze a cambiar sus habitos alimenticios y a llevar una vida sana y asi equilibrar todas sus funciones corporales.

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